Entre el oro y la luz
Ha llegado el momento de meterme de lleno con Noreya The Gold Project, una nueva experiencia metroidvania esta vez de la mano de la gente de Dreamirl. La cual te sumerge en un oscuro universo de fantasía en medio de una frenética lucha entre divinidades.
Una aventura bidimensional pixelada, dentro de un género que siempre nos aporta, nos entretiene, y nos demuestra esas virtudes que tan bien asimiladas tienen los estudios indies con este tipo de experiencia que os voy a destripar en este texto.
| Fecha de lanzamiento | 21 JUNIO 2024 |
| Desarrolladora | Dreamirl |
| Distribuidora | PixelHeart |
| Plataformas | PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
| Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Qué mejor manera de empezar, que poniendo por delante el importante, a la vez que críptico apartado narrativo que tiene Noreya. Este nos sitúa en la ciudad de Lemia, ahora gobernada por Salluste, el Dios de la Avaricia, quien ha encarcelado a la Diosa de la Luz y corrompido a la humanidad a cambio de riquezas. Aquí es donde tomamos el papel de Kali, nuestra protagonista. Una luchadora que ha perdido todo a manos de los dioses y se embarca en un viaje para descubrir la verdad detrás de este cruento y avaro dios.
Como ya os digo, la narrativa se genera de forma compleja y críptica. Donde el entorno nos va a ir desmenuzando en fragmentos una historia que revelan la compleja relación entre humanos y deidades. Y aunque pueda parecer enrevesada, termina por aportar detalles de forma básica, consiguiendo con la historia captar nuestro interés.
Todo este apartado narrativo, se une a un apartado jugable de corte bastante clásico dentro del género. Donde la acción, las plataformas, un enrevesado mapeado, y un cúmulo de mejoras y habilidades, que nos irán abriendo el camino y dando la opción a conseguir superar aquello que parecía imposible.
Los detalles más interesantes
Como ya leéis, Noreya se basa en la estructura clásica del metroidvania. Donde la exploración y la adquisición de nuevas habilidades son fundamentales para avanzar. Destacando por encima de todo una curiosa mecánica dual que refleja el karma de las acciones del jugador. Y que nos lleva a elegir entre ser Salluste y Hemenis. Consiguiendo con ello obtener variadas habilidades específicas, además de las facultades que alteran el entorno del juego, desbloqueando nuevas áreas y desafíos.
Aquí es donde entra el buen diseño de escenarios que posee el juego. Y con ello, la exploración, uno de los puntos fuertes de este. Encontrado un mapa extenso, variado y dinámico, que cambia según las decisiones del jugador. Destacando aquí como la mecánica de dualidad se aprovecha al máximo en la Fortaleza Olvidada. Una zona opcional donde los jugadores deben resolver complejos puzles de entorno, que van a depender del estado del mundo, y del camino que haya tomado nuestro karma.
Por otro lado, la progresión se siente fluida gracias a un sistema de combate sencillo pero efectivo. Kali puede atacar con su espada, esquivar enemigos, y aprovechar en general su ágil movilidad. Destacando las posibilidades de mejorar sus habilidades a través de un árbol, que se ramifica según la deidad a la que rinda culto. Destacando aquí que pese a que el combate puede parecer básico al principio, la dificultad aumenta gradualmente, especialmente en las peleas contra jefes, que requieren bastante estrategia y precisión.
Sin lugar a duda, uno de los aspectos más particulares del juego es su sistema de curación. Y es que supone un reto el que solo podamos hacerlo a través de estatuas o jarrones. Donde destaca además, la falta de barras de vida visibles para los enemigos, especialmente los jefes, lo que puede que nos traiga por la calle de la amargura por falta de referencias. Eso sí, demos gracias a un sistema de autoguardado, un ágil reinicio de niveles, y una amplia reaparición de zonas donde curarnos, ya que sin ello la experiencia se tornaría en bastante dura.
Visualmente, Noreya destaca por su oscuro arte pixelado. Los escenarios y personajes están bien diseñados, con un estilo retro que recuerda a los clásicos del género. Donde tengo que destacar unas animaciones fluidas y el uso de una paleta de colores bastante única, que consigue introducirnos y dar sentido al mundo que nos rodea. Respecto al apartado sonoro merece mención especial, su buena y bien implementada banda sonora, que sabe ambientar y meternos muy de lleno en este particular mundo. Todo ello bien unido a un buen trabajo de sonoridad, donde destaca sobre todo esa ambientación que junto a la música nos transporta y nos aporta ese punto esencial de inmersión que el juego se merece.
Lo que no me gusta
Entrando en puntos algo más oscuros del juego. Tengo que empezar hablando de ese sistema de curación que ya os he nombrado, el cual sinceramente no me ha terminado de encajar del todo bien, y que unido a los autoguardados, crea situaciones que rompen bastante el ritmo, y que pueden resultar algo tediosas.
Aquí entra también otro punto, como es la variaciones abruptas y sin demasiado sentido en la dificultad de diferentes secciones. Cosa que curiosamente es influenciada por un confuso diseño visual en ciertos aspectos, que nos llevan a confusión entre diferentes planos del juegos, y que lastran mucho la experiencia tanto en los puzzles como en las zonas plataformeras, creando momentos de desorientación.
Por último, he encontrado una clara falta de variedad en los enemigos, además de unos patrones en esto no demasiado logrados, que el combate se vuelva monótono con el tiempo, restándole dinamismo y emoción a la jugabilidad.
Conclusión
En conclusión, Noreya The Gold Project, es un sólido y bien acabado metroidvania. Que ha logrado ofrecer una experiencia de juego que captura, te mantiene interesado, y te consigue transmitir buenas sensaciones de exploración y fluidez. Todo ello se une a un buen diseño artístico pixelado, una notoria parte sonora y ambiental, y una narrativa que sabe como intrigarte en todo momento.
Aunque por desgracia, en un concepto jugable que tan perfeccionado tienen los estudios indie, el juego no está exento de fallos. Y es que puntos como; un sistema de curación poco práctico, momentos de confusión por el diseño de escenarios, o el bastante repetitivo combate, hacen eclipsar demasiado unas bases que bien merece la pena disfrutar. Siendo una pena que una experiencia tan rica, divertida, y agradable pueda quedar algo enturbiada por esos oscuros matices. Por lo que os incito y motivo a que os dejéis absorber por este particular Noreya The Gold Project, y su luminosa y dorada oscuridad.
